Viviendo y dejando vivir

Bea Jaen.
8 mar 2018
2 Min. de lectura

Porque tiene que ser un pecado que nuestros labios se rocen, porque esta condenado que nuestras manos se entrelacen, porque nos escondemos como si fuésemos ladrones del mundo, cuando los asaltados y afectados somos nosotros, que no paramos de escondernos del puto mundo, que no paramos de gritar sin que nos escuchen, que no paramos de llorar y que seguimos haciéndolo, que no paramos de vivir por más duro que sea el rechazo, que no paramos de caminar por más duro que sea el camino, que tenemos que vivir siempre a oscuras porque nuestra luz les molesta a una que otra persona, y escondernos porque según ellos...

¿Somos diferentes?

YO NO VEO LA DIFERENCIA EN SOLO DOS PERSONAS QUE SIMPLEMENTE “SE AMAN”

No veo que nos hace diferente, si solo vivimos.

¿Diferentes? Dile esa palabra al corazón que no entiende de sexo, de color, de religión.

¿Mucho dolor para tan poco edad, no? Demasiadas cosas que a veces ni yo entiendo…

Que el mundo cada día es más gris, más negro, más oscuro, y muchas veces nos apaga, pero jamás pondrá matar la esencia que nos regaló la vida de SER ÚNICOS.

Rompieron lágrimas en mis mejillas y dije BASTA.

Basta ya de hablar cosas que desconoces, basta ya de hacer tanto daño, basta ya de odiar a personas que si quiera te dan motivos, ellos hacen lo que les toca vivir, que es vivir su vida como nadie mejor que ellos sabe hacerlo en este mundo lleno de perjuicios, de este mundo que carece de amor, de mucho amor, que nos faltan MARES DE RESPETO para poder armonizar este mundo que por desgracia cada día es más NEGRO, basta de querer conducirle la vida a los demás, basta ya de creer que solo unos pocos tienen derecho a vivir y de disfrutar lo maravillosa que es la vida, basta ya de dividirnos cuando juntos podemos llegar a ser más fuertes, basta de creer que el mundo es de unos pocos que creen tener la verdad absoluta, basta de olvidar que RESPETAR A LOS DEMÁS conduce a la armonía, no solo la tuya, si no del mundo entero.

Rompo en llanto por esas almas que son seres de luz, por sus voces que piden a gritos de una vez por todas “aceptación” por aquellas lágrimas que he visto sobre sus mejillas tristes mil millones de veces, por ese miedo que durante lo largo de su vida le acompaño,lloro porque su dolor es mío y porque lo conozco, porque nadie merece SER DISCRIMINADO SOLO POR SENTIR, VIVIR Y AMAR.

La vida es un regalo,cada quien abre y utiliza el regalo como LE DE LA GANA.

Hoy pensé en mis amigos…

Y me dije, que fuerte son por aguantar TANTO.