Loca

Bea Jaen.
11 ene 2018
2 Min. de lectura

No siempre tenemos que vivir igual a los demás, nos olvidamos que de cada existencia es única, inigualable e irrepetible.

De que somos dueños de nuestras vidas, de nuestras verdades y claro, también de nuestras mentiras.

Me preguntaron cuál era mi sueño y respondí:

Quiero vivir.

Y me llamaron loca, loca por apostar fuertemente a vivir, por apostar fuerte en mí y creerme la historia donde seria dueña de mi mundo, y no del mundo.

Me dijeron loca por alegrarme con pequeñeces, por esta alma indomable que solo se mueve con el viento como si fuese una hoja en otoño, pero que es firme como hoja de verano.

Me dijeron loca por no desistir y desojar un millón de flores hasta que aparezca el si te quiere de mi vida, loca por amar la tormenta tanto con el arcoíris.

Loca, por querer ser el sueño de alguna cabeza que pierda el sentido mientras me vea, que le tiemblen las piernas cada vez que le robo un suspiro al viento.

Loca porque me vea, cuando a lo mejor soy invisible para muchos.

Loca, porque no me importa llorar mientras esté viva, porque de eso la vida se trata, loca por jamás dejar que nadie ni nada dañe mi sueños, loca por proteger mis ideas de quien sea necesario.

Loca quizá por vivir la malo, lo bueno y agridulce de la vida.

Me dijeron loca porque no me importa de vez en cuando que me rompan el corazón, y regalarle unas cuentas lagrimas al viento, pero tranquila hay personas que por gracia y desgracia te lo romperán.

Loca, por abrazos de personas que amaría hoy tener al lado, loca por las sonrisas de mis amigos que atesoro como aquel pirata su mapa secreto, loca cada día mas por subirme en la montaña rusa de la vida.

Loca por leer, leer y releer a personas cual si fuese adictivo tenerlas siempre cerca.

Loca estoy porque nos demos cuenta que la vida es eso que te preguntas que es mientras pasan los días, los meses y los años. Loca porque muchos dicen que hay que vivir con cabeza, pero muchas veces es todo lo contrario, hay que echarle más huevos que cabeza.

La vida es muchas veces una cuestión de valor, no de razón.

Valor en arriesgarte a ganar y perder, o arriesgarte a perder y ganar, es ser luz y otro día oscuridad, ser lagrima y sonrisa, es ser amor y odio, tormenta y arcoíris, la vida es ser tu y únicamente tu, en tus días grises y en tus días soleados, en tus defectos y en tus virtudes que te hacen ser irrepetible en toda la existencia.

Vive, se feliz.